lunes, 7 de julio de 2014

Serie de siete girasoles- Vincent Van Gogh

Vincent Vangogh, que desde siempre había tenido un temperamento muy difícil de sobrellevar, y nunca había sido capaz de llevar las riendas de su propia vida, es alguien dignísimo de analizar tanto artísticamente como psicológicamente .



Van Gogh, además de presentar un nerviosismo incontrolado, estaba obsesionado con expresar mediante la pintura lo que veía y lo que sentía, sin preocuparse lo más mínimo por lo que pudieran decir de él.


Van Gogh era un amante de la naturaleza, por ello le gustaba mucho salir al aire libre a pintar, o pintar motivos florales, entre los que destacan Los Girasoles.


La serie de Los Girasoles se remonta a 1888 cuando Van Gogh abandonó París ( ciudad a la que encontraba demasiado estresante para él )y se trasladó a una ciudad al sur de Francia : Arlés.


En París Van Gogh conoció a muchos artistas que como él, querían una renovación del impresionismo, lo que posteriormente se definió como postimpresionismo. De entre todos los artistas que conoció Van Gogh, se encontraba Paul Gauguin, pintor con el que trabó una fuerte amistad.


Gauguin se trasladó junto con Vincent a Arlés durante un período de dos meses, justo antes de que viniera Gauguin a vivir con él, Vincent pintó la serie de Los Girasoles para decorar la habitación en la que se iba a alojar.

Los girasoles son una flor que simbolizan la amistad, la bienvenida y la lealtad que eran justo los valores que quería transmitir Van Gogh con esta serie de lienzos.


Para Van Gogh el amarillo tenía un especial simbolismo, era el color que representaba su mundo interior, de ahí que el color predominante en todos los lienzos de la serie fuera el amarillo.
Todos ellos pintados al óleo y realizados en lienzos de 90x70.


Actualmente se conservan 6 de los 7 que pintó, uno de ellos fue destruido durante la II Guerra Mundial.
5 de los 6 que quedan intactos, se pueden ver en museos de diferentes partes del mundo mientras que el que queda, es propiedad de un coleccionista estadounidense.

Jarrón con doce girasoles
  Neue Pinakothek de Múnich, Alemania.








Jarrón con catorce girasoles
  National Gallery de Londres, Reino Unido









Jarrón con tres girasoles

  Colección privada, Estados Unidos.








Jarrón con cinco girasoles

  Quemado y destruido durante la II Guerra Mundial.








Jarrón con catorce girasoles

   Museo Vangogh de Amsterdam, Países Bajos.








Jarrón con catorce girasoles

   Sompo Japan Museum of Art de Tokio, Japón.








Jarrón con doce girasoles
    Museo de Arte de Filadelfia, Estados Unidos.



martes, 27 de mayo de 2014

El Beso- 1897 ( The Kiss ) Edvard Munch (1863-1944) Norway



































El Beso, es un óleo sobre lienzo realizado por el magnífico pintor noruego Edvard Munch en el año 1897.
Antes de nada, cabe decir que los temas más usados por Munch a la hora de pintar son temas relacionados con los sentimientos y con las tragedias del ser humano, desde tristeza, soledad, angustia, terror y agonía hasta temas de lo más eróticos y llenos de sensualidad.
Munch decía que del mismo modo que Da Vinci se había dedicado al estudio y a la disección de la anatomía humana, él se dedicaba a la "disección de las almas" reflejando esta disección mediante la pintura.
En esta pintura, Munch transmite y expone la literal relación de una pareja al fundirse en un beso.
Un beso capaz de unirlos con hilos invisibles, un beso que les abstrae del mundo exterior, sumergiéndolos en sí mismos, el uno en el otro.
Munch con este cuadro también quería resaltar la pasión desmedida de los amantes o la tristeza y melancolía que sufren los amantes cuando se despiden, fundiéndose cada uno en el alma del otro.